"Entendiendo juntos el desarrollo a través de la acción colectiva"

Hola, es grato tenerte visitandonos, en este blog podrás compartir conocimientos sobre economía y políticas públicas que nos permitan construir un mundo mejor ...

lunes, 16 de agosto de 2010

La Estructura Política Payanesa como Impedimento al Desarrollo Local

En la ciudad históricamente ha primado la ley del más fuerte, producto del establecimiento de familias reconocidas durante el proceso de la colonia; originando una distinción fuertemente marcada de clases sociales. Aunado a ello, las elites políticas no han interlocutado con la ciudadanía, lo que ha generado en la misma, un desencanto total sobre las posibilidades de un mejor futuro socialmente compartido. Las clases políticas por el contrario, han usado a los habitantes de la ciudad simplemente para mantener el poder económico y político; no siendo por demás extraño, la no representatividad del pensar colectivo en el estrado nacional, y por ende, la no retribución de los beneficios sociales que la ciudad reclama por derecho. Sin embargo, se mantienen cierto tipo de fidelidades electorales, como síntomas de la prevalencia de unas prácticas políticas tradicionales, que trasladan las relaciones de la vieja estructura hacendaria y patronal del siglo XIX, al manejo de la ciudad. Los caciques tradicionales, la hegemonía de familias, que casi desde la encomienda, dirigen directa o indirectamente la administración pública, mantienen el control social y sus prebendas, sin que ello, haya significado un salto cualitativo en la sociedad a partir del crecimiento y distribución del excedente económico (Quijano, 2000).

La situación política que ha vivido la ciudad de Popayán a través de la historia, resulta un tanto paradójica, en la medida que a pesar de la inconformidad de la ciudadanía con sus representantes políticos, éstos se han logrado mantener en el tiempo. La colonialidad del poder, es desde éste enfoque, el conjunto de actitudes, creencias y sentimientos que dan orden y significado a un proceso político y, que proporciona los supuestos y normas que gobiernan un sistema político. Este concepto lleva a pensar en la forma en que el sistema político ha sido internalizado por los individuos y supone la existencia de un sistema simbólico, que es compartido en general pero no de manera uniforme por los ciudadanos, respecto a las estructuras del sistema político, posibilitando la permanencia del statu quo.

En estos términos, el desenvolvimiento de una ciudad como Popayán ha obedecido particularmente a su contexto específico, pero condicionada por la dominación de las familias tradicionales y las clases dirigentes, lo que necesariamente ha provocado ritmos de crecimiento urbano y económico muy diferentes a los que demanda la sociedad payanesa, puesto que se han primado los intereses individuales en contra de los colectivos, lo que indiscutiblemente ha conducido a la configuración de una ciudad dual y a la generación de una serie de problemas al interior de la misma, los cuales no han permitido que la sociedad payanesa se dé la oportunidad de pensarse a sí misma y a partir de sus propias lógicas, ser capaz de resolver sus problemas sin la intervención de externos.

De este modo, “No queremos otro mundo apenas porque el mismo sería “posible”. Nosotros queremos que sea posible otro mundo “relevante” para todas las formas y modos de vida…” “…Eso implica liberarse de lo universal, mecánico y neutral, del “modo clásico” de innovación, y asumir el contexto como referencia, la interacción como estrategia y la ética como el garante de la sostenibilidad de un desarrollo relevante, donde quepan todos” (De Souza, 2007: 6). Por ende, existe la posibilidad de que la sociedad payanesa visione la ciudad que desea y de esta manera se comprometa con sus acciones a encauzar la dirección de la misma, guiada sencillamente por sus ideales y por la convicción de un futuro socialmente compartido en el que todos tengamos cabida.

lunes, 2 de agosto de 2010

Algunos Obstáculos para el Desarrollo Local en Popayán

Pensar el desarrollo local es una tarea ardua la cual involucra la participación y el compromiso de todos los actores de una sociedad y más aún si se piensa en una ciudad colonial - tradicional como lo es Popayán, por tal circunstancia, resulta imprescindible esgrimir algunos de los problemas de mayor relevancia, los cuales hacen parte de nuestra cotidianidad desde hace muchos años, pero quizá no se les ha dado el tratamiento pertinente, lo cual los ha convertido en situaciones comunes e insignificantes, las cuales hacen parte de nuestra cultura.

No es un secreto que la estructura productiva de la ciudad, actualmente no alcanza a absorber toda la población que se encuentra en edad de trabajar y mucho menos, de brindar oportunidades laborales a los nuevos contingentes de población que llegan a la ciudad motivados por el anhelo de seguridad frente a la amenaza que genera para ellos el conflicto armado. De ahí que la ciudad haya sido fuertemente golpeada por la caída de las pirámides en el año 2008, puesto que ante la inexistencia de una adecuada estructura productiva, sumado a bajos niveles de cualificación de los habitantes, se haya presentando una desbordada fe en un sistema de dudosa confianza para resolver los problemas económicos y peor aún, que aún se siga padeciendo del coletazo de aquel lamentable incidente el cual incremento significativamente los niveles de desempleo y pobreza.

Por su parte, a partir de problemas de tipo económico, se generan profundos impactos en el sentido de cohesión social, generándose antivalores que desencadenan conflictos interpersonales, contribuyendo, a la construcción de actores sociales con poco sentido de pertenencia e identidad.
De otro lado, no se puede desconocer que en los últimos años la ciudad blanca y tranquila ha cambiado para teñirse de negro o tal vez rojo, a partir de los elevados niveles y nuevas modalidades de delincuencia común u organizada, las cuales han conducido a que las principales causas de mortalidad ya no sean las enfermedades del corazón como hasta hace algunos años, sino los homicidios. A su vez, se han incrementado los índices de drogadicción, alcoholismo, conflicto intrafamiliar y los embarazos en adolescentes.

En cuanto a la política históricamente ha primado la ley del más fuerte, producto del establecimiento de familias reconocidas durante el proceso de la colonia; originando una distinción fuertemente marcada de clases sociales. Las elites políticas no han interlocutado con la ciudadanía, lo que ha generado en la misma, un desencanto total, sobre las posibilidades de un mejor futuro socialmente compartido, por el contrario, han usado la población sencillamente para mantener el poder económico y político; no siendo por demás extraño, la no representatividad del pensar colectivo en el estrado nacional, y por ende, la no retribución de los beneficios sociales que la ciudad reclama por derecho.
Si bien es cierto que ha crecido la población, necesariamente se han incrementado los lugares de residencia (en gran parte se han instalado sobre la periferia), lo aberrante de la situación es que existe una carencia de condiciones mínimas requeridas en los lugares de residencia para vivir dignamente. Adicionalmente, se crea una problemática de tipo ambiental, debido a la contaminación que se genera en el lugar y la que se produce en el contexto urbano, al perturbar la imagen paisajística.
Finalmente, puede decirse, que toda ésta serie de factores que se han venido resquebrajando con el pasar de los años no han permitido articular una visión planeada y concertada de ciudad, los cuales generan problemas aún más complejos y estructurales, de difícil solución. Donde cabe preguntarse, si ¿los nuevas generaciones, tendrán por lo menos las mismas oportunidades que tienen sus padres en la actualidad?, o, si por el contrario, se hace evidente un retroceso.
Tal vez estos no sean los únicos problemas que padezca nuestra ciudad, pero tal vez son algunos de los más relevantes y considero que si se piensa en un desarrollo local a futuro, no se pueden dejar de lado, por el contrario se hace imprescindible tratarlos con la debida responsabilidad y realizar una planeación a futuro de nuestra sociedad, en la cual tengan cabida todos y cada uno de los actores de la misma.